Jacob es hijo de Isaac y Rebeca, hermano gemelo de Esaú y nieto de Abraham. Marido de Lea y de Raquel, padre de doce hijos y una hija con sus dos esposas y sus sirvientes. Esaú y Jacob nacen, cumpliendo la profecía de Dios a Rebeca sobre las dos naciones que nacer de su vientre. Jacob es un hombre pacífico, sosegado, simple, de temperamento pacífico y muy trabajador. Cuando joven, se aprovecha de un momento de debilidad de su hermano y compra el derecho a la progenitura de Esaú. Esaú se deshizo de algo valiosísimo a cambio de un plato de lentejas, demostrando también que no era digno. Más tarde, influenciado por su madre, Jacob engaña al padre y recibe la bendición de progenitura. Con miedo de la furia de Esaú, Jacob deja a Canaán y parte hacia la región donde habita su tío, Labán, para encontrar una esposa. Al llegar a Harán, él se apasiona perdidamente por Raquel, pero es engañado y se casa con Lea. Nervioso, desprecia a Lea, pero cumple sus obligaciones como esposo, casándose con la amada Raquel en seguida. La culpa por lo que hizo al hermano lo perseguirá y atormentará hasta el día en que decide reencontrar su familia… Jacob tiene una larga trayectoria hasta comprender cuánto es cuidado y bendecido por Dios. Durante años será ciego en relación a la gran mujer que tiene a su lado, despreciándola, hasta que finalmente… él abre sus ojos.