Hijo de un diplomático, aprendió temprano a ser gentil, educado y fue dotado de una inteligencia rara. Ricardo percibe las cosas antes que cualquiera, tiene una calma absoluta para resolver las cuestiones de la vida. Desde chico se envolvió con la biología, estudiando con obstinación todo lo relacionado a vida. Quiere estudiar microbiología. Sus padres no viven en Brasil, están en otro continente, pero mantiene una relación saludable tanto con su padre como su madre. Vive solo, trabaja como monitor en la facultad y tiene una beca en la Fundación Oswaldo Cruz. Es el príncipe azul de los sueños de cualquier muchacha. Le gusta mucho Bárbara, su amor va volviéndose una pasión avasalladora, pero la mantiene bajo control aparente. Ricardo tiene un humor peculiar, es dueño de muchas frases graciosas y maestro de Caio, a quien intenta ayudar, en vano, poniendo contenido en la su cabeza.