Sufrida mujer que crió sola a su hijo único, Raimundo. Tiene una pequeña casa de té danzante en el centro de la ciudad. A Raimundo no le gusta estudiar y engaña a su mamá embolsándose el dinero de los estudios. El sueño de doña Augusta es ver a su hijo doctor. Si se ganara la lotería, podría pagarle la mejor Universidad a Raimundo.