Madre de Artur y primera esposa de Gregório. El hijo fue y todavía es la única motivación capaz de hacerla enfrentar los obstáculos de la vida.
Durante años guardó el secreto de la paternidad de Artur, pero cuando se dio cuenta de que el hijo no abandonaba su plan de vengarse del padre, le cuenta la verdad. Internada en contra de su voluntad en una clínica psiquiátrica, se vuelve adicta a la medicación. Su única fuerza parece ser la pasión por enseñar.
Consigue un trabajo de profesora de lengua de la escuela privada Priscila Shiller en Petrópolis. Es criticada por el profesor de matemática, Dante – con quien vive en constante atrito. Ama a sus alumnos, como si fueran sus hijos, y se vuelve una leona para defender a Cícero del trabajo infantil que su padre le impone.