Viuda, Celeste es dueña de la pensión en Santa Teresa donde Alice vive cuando llega a Río. Celeste tiene temperamento explosivo y alegre. Es madre biológica de Christina y de Pedro y madre adoptiva de Hugo. Desde hace muchos años busca a su sobrino, Francisco Feliciano, hijo de Regina, su fallecida hermana. A causa de un malentendido que provocó Christina, Celeste aloja en su pensión el malhechor Petronio, pues cree que se trata de su sobrino desaparecido. A Celeste le gusta a Anselmo, un tímido contrabajista que vive en la pensión.